Hoy contamos con la colaboración
de Juan Codina, que además de ser mi
cuñado, es corredor minimalista, Finisher del MaMoVa 2013 y aficionado al
mundillo de la Orientación, modalidad deportiva que cada día cuenta con mayor
número de adeptos.
“Saludos a todos, hace tiempo que
me rondaba por la cabeza esta reflexión y hoy me he decidido a compartirla en
este foro.
Desde hace unos años practico el
deporte de las carreras de orientación en montaña u Orienteering.
Para el que
no lo conozca, os explicaré que en este tipo de carreras los
competidores toman la salida en intervalos de dos o tres minutos y deben
encontrar una serie de balizas marcadas en un mapa, en un orden determinado y
hacerlo en el menor tiempo posible, con la ayuda de una brújula y un
mapa, que se les entrega justo en ese momento.
El orienteering requiere
concentración, conocimientos técnicos sobre mapas y un buen fondo físico.
En el mapa, las balizas están
unidas por líneas rectas y en una casilla está indicada la distancia lineal del
recorrido.
Lo primero que me
llamó la atención de este deporte es que las medias de velocidad eran realmente
ridículas, me había pegado una paliza de subir y bajar montañas y correr por
senderos y sin embargo la velocidad media era como si hubiera ido andando.
Hubo
una carrera especialmente dura, en la que tardé 2 horas y 20 minutos, me pegué
un palizón y luego, viendo los tiempos, mi gran amigo Ricardo, que tiene 60
años, había tardado 2 horas y 30 minutos! ¡Sólo le había sacado 10 minutos a mi
amigo, que es 25 años mayor que yo y con problemas en las rodillas ¿Cómo puede
ser esto? ¿Qué está pasando? Lo que pasa es que él sabe leer el mapa y
orientarse en la montaña como si fuera por su casa y a mí me faltaba (y me
falta) bastante experiencia aun.
Esto me ha llevado a la siguientes
reflexiones:
1. La vida y la empresa (Que en
el fondo todo es lo mismo) se parecen más a una carrera de orientación que a
una carrera de fondo. La ruta marcada y sin pérdida de una carrera de atletismo
no es real, en la vida tienes que tomar decisiones constantemente que afectan a
tu ruta y encontrar el camino, esto te lleva tiempo.
2. Es mucho más importante que
sepas dónde estás exactamente y a donde te diriges, que la velocidad a la que
vayas.
 |
Baliza de Orientación |
Es más, llegarás antes andando y
fijándote bien en la ruta, que corriendo y a lo loco, y sobre todo, llegarás
más tranquilo. Cuanto más corras, si estás desorientado, más te alejarás del
objetivo y más te cansarás.
3. No existe una velocidad “a la
que se supone que debes de ir”, es mentira, cada uno tiene sus capacidades, su
evolución y su ritmo.
4. Tus errores son parte de tu
camino, acéptalos, no pierdas tiempo lamentándote, aprende de ellos, sitúate en
el mapa y sigue adelante.
5. Valora siempre la experiencia
y sabiduría de los demás, sobre todo de los más mayores.
6. Siempre hay una tendencia
innata a correr, hacia donde sea, pero correr. Refrénala. Si necesitas pararte
y resituarte, Hazlo ahora! Aunque no te lo parezca, estarás ganando tiempo.
7. Habrá momentos de
desorientación total y desesperación. Ten calma, respira hondo y busca en el
mapa un punto de referencia claro.
8. Disfruta del juego!
Os recomiendo que, si podéis,
participéis alguna vez en este tipo de carreras para experimentar realmente la
importancia refrenar los impulsos de correr a lo loco, conseguir mantener la calma y darse cuenta de lo importante que es pararse un segundo y centrar tus objetivos.
Por último, no os lo había dicho, el lema de este deporte es:
“Piensa y corre”
Primero y sobre todo: PIENSA… y después…
CORRE!"